En el presente contexto de crisis económica, los gobiernos han de definir políticas y acciones que contribuyan a acelerar el crecimiento económico prestando atención a los aspectos de lucha contra el cambio climático y a la sostenibilidad medioambiental. Las políticas de innovación surgen como uno de los espacios más claros de la intervención pública. Nuestro país, y la Unión Europea en su conjunto, necesitan por tanto políticas activas de innovación que establezcan claramente las prioridades y respondan a un modelo de especialización científica, tecnológica y productiva que nos permita capitalizar las oportunidades que las capacidades existentes nos brindan.