La economía mundial se encuentra actualmente en uno de los momentos de mayor dinamismo y cambio. La unificación de los mercados, la estandarización de los productos, la homogeneización de los gustos y de las necesidades de los consumidores en el mundo desarrollado, los nuevos canales de comunicación, distribución y venta, como por ejemplo internet, y la cantidad y calidad de productos y servicios existentes, marcan una tendencia que lleva necesariamente a la internacionalización de las empresas, sin importar su tamaño.