Desde 1997, la UE ha tenido una exitosa política energética renovable, la cual ha hecho posible lograr algunos objetivos de la Unión Europea, como asegurar la seguridad de los suministros y mejorar la competitividad de la UE. Debido a que la UE ha adoptado ambiciosas metas, las compañías Europeas son líderes mundiales en la tecnología de la energía eólica, y tienen una destacada participación en los mercados de todo el mundo.