Dos principales tendencias afectaran a la economía de la Unión Europea en las siguientes décadas. La primera tendencia consiste en la presión necesaria para mitigar el cambio climático y tratar las posibles limitaciones de recursos. Este problema es importante por el alcance que tiene, complejidad y por sus costes potenciales. La segunda tendencia, por otro lado, es el cambio global de la populación, el cual incluye el envejecimiento de la población en Europa y en el extranjero y el crecimiento de la educación en la populación de ingresos medios en países en vías de desarrollo.