El desarrollo sostenible descansa sobre la aceptación de que el crecimiento es necesario, que debe hacerse perdurable y viable en el tiempo, y que la sostenibilidad debe enfocarse desde una triple vertiente: económica, social y ambiental. En este marco, la energía se muestra como un elemento estratégico cuya disponibilidad resulta primordial para la actividad industrial y comercial , el crecimiento económico y el desarrollo social, y con efectos directos en el camcio climático.